domingo, 7 de octubre de 2012

Luces y sombras

En medio de una madrugada espesa, oscurecida por los dolores y rencores del alma, salgo a caminar.
Voy a un supuesto lugar, que ya era conocido para mi. Ya lo he recorrido otra vez. La verdad, yo no lo recuerdo ni al menos haber soñado con él.
Adentrandome en ese campo que parece ser una especie de cementerio, avanzo con paso firme, preguntándome por qué no está mi amiga conmigo. Ya es tarde, lo sé. Ya estoy ahi.
Sigo caminando, por asi llamarlo. Ahora que lo recuerdo todo, estaba un poco arrastrándome, otro poco me deslizaba sobre algo de ruedas.
Entre la oscuridad y la sombra, percibo unos bultos vivientes, hasta que logro dilucidar que son vacas. No estaba tan sola, en la soledad misma de la noche. Me topo con un par de personas. Trato de escapar. Cosa que por la lentitud que me caracteriza cuando estoy en peligro, no logro conseguir. Menos aún, cuando ya sabia de antemano que no podia hacerlo.
Es asi, como trato de convencer a los sujetos, que no estaba invadiéndoles el campo, (aunque si en realidad) pero no venia a hacerle ningun mal a nadie.
El estanciero, me lleva con mucha tranquilidad hacia un lugar. Algo inimaginable, una especie de paraiso, detrás de una cortina al estilo telón de teatro.
De repente, amanecía. La enorme luz, deja ver la belleza de las cosas naturales. Asi es como veia, los infinitos acantilados, la arena que volaba suavemente enredándose con la brisa de la playa. Todo estaba muy tranquilo, muy volátil y una frescura que asustaba y sorprendía.
A veces, estamos enceguecidos, y apoderados por la sombra. Es solo cuestión de esperar a que amanezca y el sol se abra. Nos hará ver las cosas que realmente existen y nos hacen felices, nos dejará ver, todo aquello que querramos ver. Vencer nuestros miedos, solo en pos de nuestra propia felicidad. Vencer al oponente, mostrarnos firmes, y traspasar los muros.
"...Y, hay que impedir, que juegues para el enemigo..."



viernes, 20 de abril de 2012

El reposo, bajo el bosque me espera

Cómo casi todas las mañanas, recuerdos viven en su mente.
Recuerdos de una noche etérea, casi real, bastante les diria.
Pedia por vos, pedia por tu regreso. Cómo siempre soñando que algun dia te vería volver.
Es bastante loco pensar y asimilar que eso pasó. Que al menos, pudo sentir que fue asi.
Entrando de algún lado, quién sabe donde, llegó. La abraza, los dos lloran. Es casi imposible que pase, pero pasó. Pasó en un mundo de fantasías, donde por unos minutos estamos viviendo la fantasía.

Despertarse con esa sensación, se sentir haberlo vivido aunque sea, basta ya para empezar un buen dia.